El mensaje: El profeta del Señor, el Mesías, se aparece a los hombres para llevar los mensajes de Dios y manifestar su mayor gloria. Es una noticia que da testimonio del Señor Jesucristo, según las palabras del apóstol Juan sobre Él: « El Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos Su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad» Jn 1:14, siendo esta Palabra llena de vida y de poder. En este sentido, Jesús realizó el milagro de la resurrección de entre los muertos del hijo de la viuda de Naín, que hizo exclamar a la gente que le seguía: «También decían: Dios ha visitado a Su pueblo» Lc 7:16c. La aparición del Profeta del Señor no es sólo para llevar los mensajes divinos, sino también para cumplirlos. Así lo subrayó Jesús cuando leyó la profecía de Isaías sobre la venida del Mesías a las muchas personas reunidas en la sinagoga de Nazaret, diciendo: «El Espíritu del Señor Dios está sobre mí,Porque me ha ungido el Señor Para traer buenas nuevas a los afligidos. Me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón, Para proclamar libertad a los cautivos Y liberación a los prisioneros; Para proclamar el año favorable del Señor (Isa 61:1-2)» Lc 4:18-19. Y, cuando terminó, dijo: «Hoy se ha cumplido esta Escritura que han oído» Lc 4:21. En efecto, para todos aquellos que, en medio de las luchas, anhelan Su salvación y Le imploran, aparecerá el Profeta del Señor, según la declaración del profeta: «Pero para ustedes que temen Mi nombre, se levantará el sol de justicia con la salud en sus alas; y saldrán y saltarán como terneros del establo» Mal 4:2. Todos los que hayan escuchado y aceptado las palabras de gracia traídas por el Profeta del Señor se alegrarán y gritarán: «¡Qué hermosos son sobre los montes Los pies del que trae buenas nuevas, Del que anuncia la paz!» Isa 52:7a. A partir de entonces, las Sagradas Escrituras transmiten este mensaje: «Confíen en el Señor su Dios, y estarán seguros. Confíen en Sus profetas y triunfarán» 2 Cr 20:20c.
Lunes 16: El Profeta del Señor da a conocer sus palabras.
«Y pondré Mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que Yo le mande» Deut 18:18b,c.
Lectura 1: Jn 3:28-36. Lectura 2: Deut 18:15-19. Predicación 1 (libre elección). Predicación 2: Deut 18:18.
Introducción: Porque el Espíritu del Señor habita y actúa en aquellos a quienes ha ungido y enviado, Jesús dice: «Porque Yo no he hablado por Mi propia cuenta, sino que el Padre mismo que me ha enviado me ha dado mandamiento sobre lo que he de decir y lo que he de hablar. Y sé que Su mandamiento es vida eterna; por eso lo que Yo hablo, lo hablo tal como el Padre me lo ha dich» Jn 12:49-50. Lo mismo sucede con todos aquellos a quienes el Señor envió a predicar Su palabra, de modo que el apóstol Pedro declara: «El que habla, que hable conforme a las palabras de Dios» 1 Pe 4:11a. El apóstol Pablo también declara: «Pero teniendo diferentes dones, según la gracia que nos ha sido dada, usémoslos: si el de profecía, úsese en proporción a la fe» Rom 12:6, en otras palabras, según el ejemplo de la palabra de Dios.
Martes 17: El Profeta del Señor manifiesta Su gloria.
«Este principio de Sus señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó Su gloria» Jn 2:11a,b.
Lectura 1: 1 Rey 18:36-40. Lectura 2: Jn 2:1-11. Predicación 1 (libre elección). Predicación 2: Jn 2:8-11.
Introducción: La iglesia de Israel reconocía como profeta de Dios a aquel que predicaba y hacía prodigios de acuerdo con lo que Dios había establecido. El fariseo Nicodemo, un líder religioso entre los judíos, dijo a Jesús, acercándose a Él: «Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede hacer las señales que Tú haces si Dios no está con él» Jn 3:2. En efecto, el Profeta del Señor es poderoso en sus palabras, pero también en sus obras, es decir, en los signos que acompañan a las primeras (Mc 16:20).
Miércoles 18: Jesùs-Cristo es el Profeta del Señor. «Yo soy, el que habla contigo» Jn 4:26.
Lectura 1: Heb 1:1-9. Lectura 2: Jn 4:4-26. Predicación 1 (libre elección). Predicación 2: Jn 4:25-26.
Introducción: El profeta es el representante y el portavoz de los mensajes divinos. Se le exige que sea honesto y fiel, irreprochable en su servicio. Pablo dijo a Timoteo: «Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que maneja con precisión la
palabra de verdad» 2 Tim 2:15. Esto se cumple plenamente en Jesús.
Jueves 19: El Profeta del Señor, Reconciliador con Dios.
«Porque Él mismo es nuestra paz, y de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación» Ef 2:14.
Lectura 1: Isa 53:1-5. Lectura 2: Ef 2:10-16. Predicación 1 (libre elección). Predicación 2: Ef 2:14.
Introducción: El profeta del Señor fue enviado para reconciliar a los hombres con Él. Cuando Jesús comenzó a predicar, dijo: «Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado»Mt 4:17. En realidad destruyó en Sí mismo, mediante Su muerte, la separación de Dios (2 Cor 5:19), aceptando que Su sangre fuera derramada, porque «y sin derramamiento de sangre no hay perdón» Heb 9:22b. Esta es una fuente de salvación eterna, porque Él «se hizo Sumo Sacerdote según el orden de Melquisedec» (Heb 5:10).
Viernes 20: Cree en el Profeta, Mensajero del Señor.
«Este es Mi Hijo amado en quien Yo estoy complacido; óiganlo a Él» Mt 17:5b.
Lectura 1: 2 Cr 20:13-21. Lectura 2: Mt 17:1-8. Predicación 1 (libre elección). Predicación 2: Mt 17:5.
Introducción: Dios, que envió a sus profetas, garantiza la verdad de sus palabras -lo que las convierte en palabras de Dios, palabras que proceden realmente de Dios- y su cumplimiento. Porque «Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre, para que se arrepienta. ¿Lo ha dicho Él, y no
lo hará?¿Ha hablado, y no lo cumplirá?» Núm 23:19. El Señor dijo a Jeremías: «Yo he puesto Mis palabras en tu boca» Jer 1:9b. Y, conjuntamente: «Así será Mi palabra que sale de Mi boca, No volverá a Mí vacía Sin haber realizado lo que deseo, Y logrado el propósito para el cual la envié» Isa 55:11b. Cree que las palabras del Profeta son verdaderas y dignas de confianza.
Sábado 21: Dios está con sus profetas. «Sabrán que un profeta ha estado entre ellos» Ez 2:5.
Lectura 1: Mt 23:29-39. Lectura 2: Ez 2:1-10. Predicación 1 (libre elección). Predicación 2: Ez 2:4-5.
Introducción: Dios hace causa común con los profetas que envía, porque los hace anunciadores de la verdad de sus palabras (Jn 17:17). Por eso los reviste de fuerza y autoridad, haciéndoles esta promesa: «Ningún arma forjada contra ti prosperará, Y condenarás toda lengua que se alce contra ti en
juicio. Esta es la herencia de los siervos del Señor, Y su justificación procede de Mí», declara el Señor» Isa 54:17. Porque está escrito: «Para que seas justificado en Tus palabras, Y venzas cuando seas juzgado (Sal 51:4)» Rom 3:4b.
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